Pueblos medievales legendarios

Concocerás el castillo que regaló el genio surrealista Salvador Dalí a Gla y pueblos medievales maravillosos

Esta ruta empieza y acaba en la estación de tren de Flaçà., dónde los monitores te entregan las burricletas. Hay  conexiones desde las estaciones de Barcelona y Girona

En esta ruta vais a descubrir una tierra de gran belleza que a cada paso te explicará algún episodio de la historia y modo de hacer de nuestros antepasados.

Dejamos la estación y empezamos pedaleando en dirección a Sant Joan de Mollet y con continuaremos, atravesando los pequeños, pequeños núcleos de La Vilosa y Pedrinyà. En éste último no dejéis de visitar la ermita de Sant Andreu, un encanto.
Continuamos hasta llegar a La Pera, el pueblo más grande de toda la ruta. No busquéis fruta, todos los nombres catalanes con Pera hacen referencia a las piedras. Una vuelta y vamos hacia Púbol, muy visitado porque el genial pintor ampurdanés Salvador Dalí lo escogió para que viviera su querida Gala. No dejéis de fisgonear, Dalí siempre sorprende.

Y ahora con la Burricleta cruzamos el entrañable Cassà de Pelràs que nos dirige hacia un bosque donde escondidos encontraréis Planils y Anells. Atención, són tan pequeños que cuando creáis que habéis entrado a lo mejor ya estáis saliendo.
Burricleteando con calma y tranquilidad os habréis acercado al popular Monells. Dedicadle tiempo, su historia y fotogenia se lo merecen. Después de un descanso empezamos a ascender al lado de una riera y mientras olfateáis el bosque mediterráneo encontraremos Millars, que está presidido por una gran casa señorial. Y finalmente subiendo y bajando con alegría porqué es lo que mejor sabe hacer la Burricleta para conquistar Madremanya. Atravesadlo a poco a poco y descubrid sus rincones milenarios: vale la pena.

Estamos ya en el último tramo de ruta en dirección a Sant Martí Vell, pueblo medieval encantador de calles empedradas. Desde este punto, volvemos de nuevo a la estación dónde podréis coger el tren de retorno.